Dos veces al año, se realizan viajes a la naturaleza llamados «retiros».
Consisten en retirarse de la vida cotidiana a entrenar más fuerte que de costumbre y vivir una experiencia de convivencia grupal.
Se comparten muchas horas de entrenamiento, prácticas de meditación y comida frugal, dando sólo la comodidad básica.
Esto da como resultado el reconocimiento del valor de las cosas que todos los días uno tiene a su disposición en su casa sin darle su verdadera importancia.
Además, durante los retiros se rinden los exámenes de graduación que permiten llegar a un nivel más avanzado, celebrando la semana siguiente en Buenos Aires, la ceremonia de entrega de fajas de cada nivel.
Los destinos se eligen según la variedad del paisaje y la facilidad en las instalaciones para albergar a un grupo numeroso.
Teniendo como objetivo además del entrenamiento intensivo (que es lo principal), conocer nuestro país en toda su diversidad.
También se realizan viajes de entrenamiento al exterior y a China (la tierra del Shaolin Kung Fu).